miércoles, 30 de julio de 2008

GALIMATÍA



GALIMATÍA

- Es sencillo señor… ¡Usted está muerto!…
… Y comenzó a descender en su silencio. Sus ojos se hundieron en el rostro como también su cabeza entre los hombros.
- ‘¡Muerto!’ –Se dijo con un pequeño movimiento de labios-‘¡Muerto!’ –Se repitió- ‘¿Cómo es esto de estar muerto cuando yo me siento bien vivo? ¿Desde cuando estoy muerto?… Enviaré un correo electrónico a la empresa y en el reclamo les hablaré de ese muchacho y su comentario absurdo y grosero… ¡Muerto! Pero… ¿Qué comió?… Seguro debe tener un mal día.’
- No señor. No tengo un mal día. Aquí en el historial hay un informe con todos los pasos que dan nuestros empleados para verificar el ID de los clientes una vez por año, y en su caso nos respondieron desde su domicilio que había fallecido. –Sonó fría y segura la voz de aquel muchacho, agregando con solvencia una sugerencia- … Envíe su inquietud con todos sus datos por mail.

‘Muy señores míos:’
‘Ante tamaña y desvergonzada actitud, me dirijo a ustedes esperando recibir una explicación coherente de lo que los llevó a suprimir mi ID de su sitio y no permitirme el acceso a mis productos… Que me den una satisfacción no menos coherente sobre el comentario vertido por su representante que tuvo un sentido macabro, tenebroso, descalificador, preocupante y delicado desde el punto de vista personal y… ¿Porqué no también legal?… Que restituyan la entrada al servidor tan veloz como lo cancelaron… Y que…’ -El mail partió con su contenido completo. Él estaba satisfecho-
- ‘¡Muerto!… Están todos locos. Los valores morales ya no existen en esta humanidad.’
- ¡Hola Maryan!… ¿Cómo estás mi amor?… Se te ve muy desmejorada, como si no hubieses descansado en toda la noche. ¿Qué le pasa a tu carita?… Tus ojos están triste. Hmm… Estuviste llorando. Mi amor… ¿Qué es lo que ocurrió?
- …………
- … Está bien, si quieres permanecer en silencio, hazlo. Si los demás no respetan el sentir de cada uno, yo no voy a hacer lo mismo. ¡Qué hermosa eres con la carita sin maquillaje! Discúlpame mi amor, debo terminar esta tarea antes de que vengan a buscarla.
- ‘¡Muerto!… ¡Qué locos!’
- ¡Hola hija!… Me vienes al dedillo. No puedo dejar el negocio solo o con Maryan, y espero a una persona con la que debo tratar personalmente, a su vez, hay una diligencia pendiente… ¿La puedes hacer por mí?…
- … ¿Qué?… No señora, lo que Usted busca está en el nivel inferior de la galería… ¡Señora!… ¡Señora!… ¡Señora!… Pero… ¿Es sorda?… No es por ahí. ¡Señora!… ¡Señora!…
- ……………
- ‘Bueno… ¡Que haga lo que quiera!… Al fin y al cabo cada uno es dueño de hacer lo que le venga en ganas en esta vida.’
- ‘¿Hace tanto calor?… Todos están casi desnudos y yo siento un poco de frío… ¿Estaré por enfermar?’
- Pensándolo bien, no te veo con un buen día tampoco a vos hija. Tus ojeras hablan por sí solas. Es mejor que vaya yo a realizar la diligencia y de paso entro un poco en calor. Les dejo sobre la mesa escritorio las llaves del local por si tienen que salir. Regreso en pocos minutos.
- ……………
- ‘¡Qué extraño!… Ni siquiera me miran cuando les hablo. ¿Qué será lo que las aqueja?… Mejor no les pregunto nada, porque no quiero discutir ni hacerme problemas con ambas. Cuando se calmen y vuelvan a la normalidad, hablarán.’
- ‘¡Qué increíble!… La gente está loca. ¿Es posible que la Navidad ponga a todos así?… ¿Será esa la causa de la tristeza de mi hija y de Maryan? ¡Qué locura!… ¡Todos atropellan!… Ni siquiera miran hacia donde van. Todos están distraídos o ensimismados…’
- ¡Epa, señora!… ¿No ve por donde camina?…
- ……………
- ‘¡Qué barbaridad!... Ni tan siquiera se detuvo para disculparse. Ni idea tienen que la vida no es comprar y agasajar. Estoy bien seguro de que no poseen el más remoto concepto del significado de la Navidad. Han tergiversado el verdadero sentido de esta celebración.’
- ‘Recuerdo en mi infancia, mamá no se volvía loca por efectuar compras para el festejo. La fecha tan solo representaba una conmemoración religiosa y recogimiento por la noche –Misa de gallo-… Y una reunión familiar al día siguiente con una buena comida. Había sí, regalitos, pero no se trastornaban. Hoy es un… ¡Viva la Pepa!’
- ‘Tal vez sea así… Tal vez de la otra manera. No se puede estar seguro de cómo es en su generalidad. De hecho, ésta es la realidad en la que se llevan por delante los unos con los otros en el mayor de los desórdenes y con la mayor de las irrespetuosidades.’
… Y así se alejó por la avenida Rivadavia farfullando sus pensamientos y molestias. La gente obsesionada y apurada continuaba en su atropello, mientras él intentaba evitar los encontronazos gracias a su agilidad a pesar de los años que se le fueron subiendo lentamente a su espalda; saltaba de un lado a otro, lo que le era más fácil que detenerse y pedir explicación.
- ‘¡Muerto!… ¡Qué locos!… Utilizan cualquier medio para jorobar al prójimo… ¡Y estos ojos que me tienen del “tomate”!… Molestan bastante y no me permiten ver bien… Bueno, tengo que aceptar que hay mucho resplandor y puede influir. Arden bastante y no puedo mantenerlos abiertos.’
- ¡Señora!… Esa perrita no está sola… ¡Señora!… ¡A Usted le estoy hablando!… Esa perrita está conmigo. Le sugiero que la suelte… ¡Señora!… ¿Usted es sorda que no escucha lo que le estoy diciendo?… ¡Suelte ya a ese animal!… ¿Quiere ver que no es suyo?… ¡Pachi!… ¡Vamos! –La perra pegó un brinco desde los brazos de la mujer y se alejó al paso de él-
Atónita, alcanzaba a decirle a quien la escuchara, que esa perrita estaba abandonada, y que, por favor, la ayuden a retenerla. Nadie le prestó atención. Muchos la miraron como se mira a un enajenado y continuaban absorbidos en los desasosiegos que provoca la víspera de la Noche Buena y Navidad.
- ‘¡Locos!… ¡Todos están locos!… No les basta con lo que poseen que quieren complicarse con lo ajeno… Y pensar que pertenezco a esta especie.’
- ¡Vamos Pachi!… Sigamos nuestro camino.
Llegaron al ciber. Estaba vacío y ya enfrente de la pantalla, buscó y abrió todas las páginas… Pero… cuando llegó a aquel sitio, se le cayeron las expectativas. Aún estaba vedada la entrada. No podía pasar la barrera impuesta por la no aceptación de su ID. No maldijo. Pero les envió un insulto… Y comprobó por otro lado que existía una leyenda en la parte superior como título:
- “Ha dejado de pertenecer a la comunidad de...”
- ‘Estos estúpidos me dan por muerto en serio. Esperen a que reciban el mail y la carta documento y ya veremos como cambian las cosas. ¡Torpes!… Ni se imaginan el daño que ocasionan… ¡Arderán en los infiernos si es que estos existen!
- ‘¿¡Muerto yo!?…’
- ‘Pero… Es extraño. Siento frío… Mucho frío… Y estamos en pleno verano… ¡Y este enjambre de tela de araña en mis ojos que dificulta la visión!’
- ¡Pachi!… ¿Vamos?…

Tonycarso

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